Los países con menor imposición fiscal
La estructura del código tributario de un país es lo que determina su desempeño económico. Además, las leyes tributarias bien estructuradas pueden facilitar el cumplimiento por parte de los contribuyentes y generar ingresos suficientes para que los gobiernos promuevan el desarrollo económico.
La mayoría de las personas de numerosos países están acostumbrados a entregarle al estado entre un 35 % a un 65 % en impuestos. Sin embargo, existen algunos pocos en dónde no se debe abonar casi nada de impuestos. En el continente de Europa podrás encontrar algunos de estos países donde la tasa de impuestos y renta es casi nula.
¿Rentas nulas o paraísos fiscales?
Lejos de querer entrar en el eterno debate entre contribuir a nuestra sociedad con un porcentaje de nuestras ganancias como ciudadanos a través de los impuestos y el deseo que puede surgir en querer ahorrar un poco más en lo que debemos entregar al Estado. A pesar de estas discusiones legales y políticas que son reales y preocupantes en muchos países, es una gran cantidad el número de personas que deciden terminar cayendo en paraísos fiscales con el objetivo de reducir un poco más el costo de estos impuestos. Pero lo que sí se debe tener en cuenta es que en ciertos países el pago de impuestos y rentas es casi nulo, lo que por consiguiente, no quiere decir que éstos sean paraísos fiscales, ni mucho menos.
¿Qué países tienen baja tributación?
Uno de los ejemplos de países con baja tributación sin llegar a ser paraísos fiscales es Andorra. Podemos hablar entonces de paraísos fiscales cuando existe una falta de transparencia, es decir, países que se convierten en refugio para los fondos que provienen de actividades ilegales.
Otro ejemplo es Bulgaria donde las tasas impositivas son una de las más bajas de toda la Unión Europea. Además las empresas tanto nacionales como extranjeras que operen en este país y empleen a personas con discapacidad se eximen de hasta un 100% de impuestos.
Malta también es uno de los países con menor imposición fiscal del mundo, donde las personas que no son residentes solo deben abonar un 15% de tributación de 5 000 euros por año. A estos países ya mencionados se les suman también República Checa, Montenegro, Portugal, Qatar, las Islas Bahamas, Emiratos Árabes y Arabia Saudita siendo estos últimos dos casi iguales en el porcentaje de impuestos y se ubican entre los países más ricos debido a su PBI. Dada la gran cantidad de ingresos provenientes de la minería de recursos naturales, la única carga que soportan es la pequeña cantidad que se deduce de sus salarios para proporcionar ingresos para la seguridad social. En estos últimos, los impuestos y rentas son de un 0% y el IVA es solo de un 5%.
¿Qué ocurre con el resto de los países?
Por supuesto que esos no son los únicos países con políticas permisivas en cuanto a pago de impuestos, otros países con impuestos bajos son Moldavia, Mongolia, Bosnia y Herzegovina, Macedonia del Norte, Mónaco, Bermudas, Islas Vírgenes, Omán, Maldivas, Islas Caimán y Kuwait.
Como tal, un país debe cumplir con un conjunto específico de características para calificar como paraíso fiscal. En este sentido, los paraísos fiscales se caracterizan por una baja transparencia fiscal, bajas tasas impositivas, poca o nula cooperación fiscal internacional y fácil desgravación fiscal para quienes no tienen actividad económica en su territorio. Los países con impuestos bajos pueden optar por establecer una tasa impositiva baja o un impuesto sobre la renta cero.